Reciben un llamado de un supuesto programa de radio sobre brujería anunciando que acaban de ganar una cita con una reconocida médium. Si son escépticos o tienen curiosidad -dice la voz del otro lado del teléfono- tienen la oportunidad de tener un encuentro con esta mujer, de la que oímos excelentes referencias y ha puesto en duda a más de un incrédulo. Si están interesados, enviaremos a alguien de la producción para que los acompañe. Llegan al lugar y, justo antes de golpear la puerta, escuchan pasos apresurados dentro de la casa, el picaporte comienza a moverse y alguien les abre. Ingresan pero no hay nadie allí. Oyen como la puerta se cierra tras de ustedes. Intentan abrirla pero no tienen éxito. Están encerrados pero hay algo que les preocupa aún más: ¿quién abrió?. Pronto comienzan a darse cuenta que algo no esta bien, algo malo acaba o está a punto de suceder. Sienten curiosidad pero al mismo tiempo tienen la certeza que quedarse ahí no es una gran idea. ¿Que harán entonces? ¿Tratar de salir o averiguar qué es lo que está pasando en ese extraño lugar? Puede que todavía no se decidan, pero saben que tienen poco tiempo.